Un gran plato que mezcla sabores de mar y montaña, muy sencillo de hacer pero que no nos va a defraudar.
Ingredientes 4 personas:
16 albóndigas de carne
475
gr. de chipirones
1
manojo de ajos tiernos
2
cebollas
500
gr. de habas peladas
1
diente de ajo
1
hoja de laurel
1
vaso de tomate rallado
1
vaso de vino blanco
1
cucharada de pimentón dulce
Sal
Aceite
de oliva virgen
Harina
ELABORACIÓN
Compramos o hacemos nosotros las albóndigas. Vamos a pasarlas por
harina y antes de freírlas en abundante aceite, las pasaremos de una
mano a otra para que caiga el exceso de harina. El aceite no debe
estar muy fuerte, queremos que se doren pero el interior quede
jugoso. Las colocamos sobre papel absorbente para desgrasarlas.
En
una cazuela honda cuando coja temperatura, echamos un poco de aceite
y salteamos los chipirones troceados, no hay que hacerlos mucho pero
deben sellarse y perder toda su agua. Cuando notemos que se cogen al
fondo de la cazuela los reservamos.
Empezamos
el sofrito de la cebolla con el diente de ajo con piel y la hoja de
laurel. Si necesitamos aceite, lo añadimos.
Como
siempre, a fuego suave, sin prisa. Pasados unos minutos incorporamos
los ajos tiernos troceados. Removemos un poco e incorporamos los
chipirones y las habas.
Al minuto ya añadimos el vino blanco,
esperamos que evapore todo el alcohol, y seguimos con el pimentón
dulce y el tomate. Aguantamos hasta que el tomate pierda el agua,
removemos todo el guiso y tapamos para que las habas, a fuego mínimo,
se hagan por el vapor que desprende el propio guiso.
Cuando
las habas estén tiernas, añadimos las albóndigas. Si nos hace
falta un poco de líquido podemos añadir cualquier caldo o agua
simplemente. En cinco minutos, esta receta de mar y montaña está
para chuparse los dedos.
Aquí tenemos un ejemplo de emplatado y acompañado de un buen vino y buena compañía el resultado magnífico.
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