Una hortaliza de gran sabor, muy popular que no cuesta nada de esfuerzo cultivar. Es muy nutritiva y saludable pues tiene muchísimas vitaminas y minerales. Es una hortaliza muy mediterránea y aunque no tiene tanto renombre como los cardos no le tiene que envidiar nada culinariamente.
En nuestra receta separamos los tallos de las hojas. Usamos sólo los tallos, que una vez lavados tenemos que limpiarlos con cuchillo para extraerle unas fibras a modo de hilos que no son nada agradables. Hay amas/os de casa que usan un estropajo verde de toda la vida para raspar y eliminar estas fibras.
Ingredientes 4 personas.
1 kg de pencas
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
1/2 l de nata fresca
1/2 litro de caldo
1 copa de vino blanco
1 c.s. de maizena
Un puñado de nueces
10 gr. de piñones
Aceite
Sal
Pimienta
ELABORACIÓN
Lavadas y limpias las pencas de acelga, las vamos a hervir en agua con sal. Entre 15`- 20` las tendremos cocidas intentando que nos queden un poco enteras, no debemos sobre cocerlas en exceso.
Las reservamos.
En nuestra receta separamos los tallos de las hojas. Usamos sólo los tallos, que una vez lavados tenemos que limpiarlos con cuchillo para extraerle unas fibras a modo de hilos que no son nada agradables. Hay amas/os de casa que usan un estropajo verde de toda la vida para raspar y eliminar estas fibras.
Ingredientes 4 personas.
1 kg de pencas
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
1/2 l de nata fresca
1/2 litro de caldo
1 copa de vino blanco
1 c.s. de maizena
Un puñado de nueces
10 gr. de piñones
Aceite
Sal
Pimienta
ELABORACIÓN
Lavadas y limpias las pencas de acelga, las vamos a hervir en agua con sal. Entre 15`- 20` las tendremos cocidas intentando que nos queden un poco enteras, no debemos sobre cocerlas en exceso.
Las reservamos.
En una olla con un poco de aceite vamos a sofreír los ajos hasta que empiecen a bailar.
Incorporamos la cebolla, a fuego medio bajo sin prisa para que se caramelice hasta que tome ese color tostado que ayuda a dar color al guiso. Añadimos la copa de vino blanco y dejamos que evapore toda.
Para tener la salsa un poco más gordita, añadimos una cucharada de maizena, que debemos cocinar bien para que pierda ese sabor crudo que tiene la harina.
Toca añadir la nata, leche evaporada... y cuando empiece a hervir echamos el caldo, que puede ser de verduras o de pollo.
Hacemos la picada con las nueces y piñones a nuestro gusto.
Incorporamos las pencas a la olla, dejamos que hierva 5 minutos y echamos la picada disuelta con un poco de caldo de la cocción. Rectificamos de sal y pimienta. Con otros cinco minutos más a fuego lento para conseguir ese chup chup tradicional y ya lo tenemos. Podemos dejar reposar para que se asiente la salsa y a comer. A modo de crujiente hacemos unos picatostes de pan con mantequilla.
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